Pese a que mi opinión personal es que San Valentín es una fiesta totalmente comercial, tengo que reconocer que es una excusa perfecta para hacer una cena especial…
Lógicamente, no se trata de que copiéis todo lo que vaya poniendo… En esta ocasión más que nunca, debéis aportar vuestro “granito de arena”. Nadie como vosotros conoce a vuestras parejas, y nadie como vosotros sabe lo que le gusta y lo que no.Por ejemplo, por mucho que las rosas sean las flores que más se regalan ese día, a mi no es una flor que me diga nada… prefiero una gerbera, un lilium, un gladiolo, una orquidea… Así que, pese a que agradezca las rosas, nunca significarán lo mismo que cualquiera de las otras flores. Si recibo una gerbera significará que mi pareja se ha molestado en averiguar cuales son mis gustos, y eso es algo que siempre nos hace sentir especiales.
Lo mismo sucede con la comida… por muy afrodisíacas que sean las ostras, si a tu pareja no le gustan, poco efecto van a hacer, no crees?
Así que, os dejo unas cuantas sugerencias que, si os apetece, podéis llevar a la práctica adaptándolos a vuestros gustos… y a los de vuestra “media naranja”
Vamos a comenzar por la decoración de la mesa para ese día. Cuando preguntas a alguien por un color para San Valentín, la primera respuesta que se suele recibir es el rojo. Así pues, vamos a basar la primera mesa en ese color…
Una opción que se me ocurre para no recurrir al típico centro de flores es rellenar un jarrón grande con gominolas o caramelos rojos… además de decorar, luego siempre puedes comerte unos cuantos! Otra opción es hacer el centro con piruletas rojas (las hay en forma de corazón…). Sólo necesitarás un cubo blanco, espuma de florista y piruletas. Y otra, un poco diferente, es usar un jarrón ancho lleno de velas atadas por un lazo.
Puedes optar por poner una vajilla en tonos rojos, o usar una blanca sobre un mantel de ese color. O directamente ponerlo todo en blanco, con pequeños detalles rojos, como puede ser una rosa sobre el plato.En prácticamente todas las tiendas de artículos de fiesta, podrás encontrar unos confetis brillantes que puedes esparcir sobre el mantel (ese día, por favor, olvídate del hule!!!). Los tienes con forma de corazón, copa de cava…
Una idea sencilla y barata es atar un lazo rojo al pie de la copa, o a modo de servilletero. En estos casos te recomiendo que también uses el jarrón con velas del que hablaba antes para darle uniformidad a la mesa.
Como supuestamente se trata de una cena íntima, la elección del lugar también es muy importante. Has pensado en hacer un picnic sobre una alfombra mullidita frente a la chimenea? Si no tienes chimenea, no olvides decorar toda la casa con velas. No hay nada más romántico que una iluminación tenue, una copa de vino y una buena música de fondo…
En cuanto a la música, aunque tu pareja sea fan del hardcore, siempre será más apropiada una buena balada… Investiga sus gustos musicales y busca algo dentro de ese estilo que haga buenas migas con la luz de las velas! Descubrirás que hay rockeros con corazón de bolero…
