Hoy mi compañera Charo ha traído para comer en la oficina un salmón que tenía una pinta estupenda, olía que alimentaba, y a fe de los que lo hemos probado, sabía aún mejor. Así que, ni corta ni perezosa, he solicitado una copia de la receta que ha seguido y ella, muy amablemente, me la ha dado.
Al parecer se trata de una receta danesa, o como tal me ha aparecido cuando la he "Googleado" para buscar una foto decente, pero como pasa siempre, no he encontrado ninguna que hiciese justicia al manjar que he degustado. Así que os pongo la que he sacado al tupper con el móvil...
Ingredientes:
- 4 rodajas de salmón fresco
- 1 vaso de nata líquida
- 1 vaso de vino blanco seco
- 1 cucharada de maicena
- 3 cucharadas de tomate frito
- 50 g de queso Emmental rallado
- Unas hojitas de eneldo
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal y pimienta
Preparación:
Salpimentar las rodajas de salmón. Calentar el aceite en una sartén antiadherente grande, agregar el salmón, en una sola capa, y cocinarlo 1 minuto por cada lado, lo justo para que cambie de color. Trasladarlo a una fuente refractaria.
En un cuenco, diluir la maicena en la nata líquida y añadir el queso rallado y el tomate frito, previamente diluido en el vino blanco. Salpimentar y agregar a la preparación una cucharadita de eneldo picado
Verter esta salsa sobre el pescado y cocer en el horno, precalentado a 230º, durante 15 minutos
Observaciones:
Si alguien se atreve a hacer esta receta antes que yo, por favor, sacadle fotos y enviádmelas!! Según la receta, se sirve acompañado de una ensalada de pepino y yogur...
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