Ingredientes:
- 2 solomillos de cerdo limpios
- Mostaza a la antigua (o de Dijon, o de la que tengas...)
- 1 vaso de vino blanco
- Sal y pimienta
Preparación:
Precalienta el horno a 200ºC. Mientras tanto, salpimenta los solomillos y úntalos con una buena capa de mostaza. Mételos en el horno durante unos 20 minutos. A continuación añade el vaso de vino blanco y déjalo en el horno otros 20 minutos más.
En teoría, 40 minutos con el horno a 200ºC es tiempo suficiente para que el solomillo quede bien hecho. Pero nunca está de más comprobarlo antes de sacar el asado y apagar el horno. Para ello, se puede pinchar la carne y ver el color del jugo que desprende. Si este es rosado, la carne está todavía poco hecha, y si es transparente ya está lista. En el caso del cerdo es importante que la carne no quede cruda.
Otra forma más rápida y clara de comprobarlo es cortando directamente el solomillo y viendo el color que presenta.
Para presentar el plato, corta los solomillos en rodajas de al menos un dedo de grosor, liga bien la salsa que se habrá formado en la fuente y viértela por encima. Si lo deseas, puedes añadirle un chorrito de nata para suavizarla.
Observaciones:
Sírvelo acompañado de una guarnición de verduras si lo pones como segundo plato o si has puesto entrantes antes. Si es plato único, puedes acompañarlo con puré de patata, pasta, arroz o con unas patatas asadas con mantequilla y sal...
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